Basta
Ante un nuevo acto de barbarie de
los violentos de siempre en el fútbol argentino, nos preguntamos ¿Ahora se
tomará la decisión definitivamente de combatir y erradicar a las “barras
bravas”?. La respuesta se diluye rápidamente cuando observamos cómo desde la política nacional, operativos
de seguridad, directivos y la misma sociedad, comienzan a naturalizar peligrosamente
hechos de intimidación, enfrentamientos entre barras con muertes incluidas y destrozos en los clubes .Pocos asumen la
responsabilidad a este flagelo que empeoró
a través de los años y actualmente está
incontrolable.
Ese “monstruo” nació fuertemente
en la década de los años 50 en nuestro
país y la muerte de Mario Linker en 1958 es el inicio de una etapa de
acostumbramiento de la violencia en los estadios del fútbol argentino. En las
décadas siguientes, las barras se “profesionalizan”, se constituyen como grupos
financiados por directivos de los clubes y a su vez, son utilizados por la política y la policía.
Pero la tolerancia del verdadero
hincha del fútbol llegó a un límite que creíamos inexistente. Ya no importa la
camiseta que lleven puesta, por primera vez comparten algo en común: decirle basta
a los violentos.
Basta de robarnos el fútbol;
Basta de complicidades con gobiernos, directivos,
operativos de seguridad, futbolistas;
Basta de saquear clubes y extorsionar a los que no
están en “su juego”;
Basta de muertes; basta de mentiras;
BASTA.
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